San Martín y otro fracaso más

El "Santo" fue eliminado por Juventud Unida de San Luis y está condenado a jugar una temporada más en el infierno del Argentino "A".

TRISTE FINAL. San Martín volvió a fallarle a la hinchada.

San Martín tuvo el lunes por la noche otra decepción más. Desde que descendió, allá por el 2011 con Desamparados, a los de Ciudadela les costó mucho este sufrimiento de torneo llamado Argentino "A".
Y seguirá siendo un sufrimiento si las cosas siguen haciéndose mal. Una temporada donde pasaron tres técnicos y jugadores que solo vinieron de paseo a la provincia. El que formó el plantel fue Carlos Roldán, haciendo su, propio, negocio al traer jugadores que solo restaron en lo económico y dieron pena en la futbolistico. Juan Cruz Goycochea, Carlos Javier López y Gonzalo Parisi, fueron de lo que peor que se vio en el Santo en los últimos tiempos. Tras la salida de Roldán llegó Juan Amador Sánchez, un DT que puso todo de su alcance pero el capricho de los dirigentes no le permitieron trabajar tranquilo. La pelea Garber - Sagra hacía que sucedieran estas cosas.
Con el correr de los partidos y la urgencia de clasificar al nonagonal contrataron a Arnaldo Sialle, un técnico que venía con buenos pergaminos pero que jamás encontró el equipo. Casi nunca repitió el once titular y probó mil variantes. De un partido a otro hizo modificaciones que terminaron desacomodando al plantel. En un encuentro clave, como el de ayer, incluyó en el equipo a Méndez y Becica sacando a More y Lezcano jugadores que medianamente venían cumpliendo. Y ni hablar de Silba que estaba en su mejor momento desde que está en el club y el DT lo mandó al banco por Lenci (el de la novela del verano).
Esta eliminación provoca otro fracaso para San Martín y una nueva desilusión para el hincha, que una vez más llenó la cancha a pesar de todas las adversidades.
Para destacar el rendimiento de algunos jugadores como Pave, Max y Chacana que fueron los más regulares de la temporada, sin quitar mérito a la primera parte que hizo Becica.
Termina siendo una crónica de un final anunciado, porque en todo el torneo San Martín no demostró nada.

Por Rodrigo Páez Ibañez