Atlético se pinchó en Catamarca

Estudiantes le ganó a Atlético por 2 a 1 y lo dejó afuera de la Copa Argentina. Duván Zapata abrió la cuenta para los de La Plata, que luego estiró Maximiliano Núñez en la segunda parte. El “Pulguita” descontó con un golazo pero no alcanzó.

CON LA PELOTA. Bustamante fue el creador del juego Decano.

El sueño de la Copa Argentina terminó para Atlético, que ayer por la noche no pudo ante un Estudiantes de La Plata que hizo lo justo y suficiente como para obtener el pasaje a la siguiente instancia del certamen.
Distinto el planteo y funcionamiento del “Decano”, que se adueñó por momentos del partido y creó las mejores circunstancias como para ponerse arriba en el marcador. Pero el “Pincha” ya se había puesto en ventaja con un gol de Duván Zapata, desde el vestuario, cuando se jugaban recién 3 minutos de juego.
Román Martínez le puso un milimétrico pase al delantero Zapata, que le ganó la posición a los centrales y definió con tranquilidad ante el achique de Lucchetti. A remarla.

AHORA LOS 50. Los objetivos de Atlético fueron cayéndose de a poco.

Atlético asumió el protagonismo y por momentos inclinó la cancha hacia el arco defendido por Gerónimo Rulli, pero falló en la definición y eso le costó caro.
Un error defensivo de Devis Barone, a los 18 del complemento, fue aprovechado por Maximiliano Núñez para aumentar la diferencia, aunque lejos estuvo Estudiantes de tener un cierre tranquilo. 
El golazo del “Pulguita” Rodríguez, con un remate que se metió por encima de Rulli, achicó la diferencia e ilusionó a los hinchas “Decanos”, que colmaron las tribunas.
Pero el esfuerzo no les alcanzó para conseguir la igualdad y por eso perdieron fuera de Tucumán después de once presentaciones oficiales y se despidieron de la competencia. 
¿Merecimiento? Si, Atlético mereció ganar, pero nuevamente la poca efectividad en sus delanteros (salvo el “Pulga”, por supuesto) derivó nuevamente en una caída, que a diferencia de otras, ésta cuesta una eliminación.
El panorama no es bueno. Más que nada es aburrido. Llegar a los cincuenta puntos es el objetivo de un equipo que había ilusionado a todos.