Al final del partido, Héctor López, la figura, dijo una gran verdad: “si queremos viajar en avión y tener todas las comodidades de un club de Primera, tenemos que ascender”. Tajante lo que dijo el “Arenero”. Y así lo entendió el resto del plantel, que a falta de fútbol tomó coraje y dio vuelta un partido muy complicado ante el difícil Unión de Mar del Plata. Fue 2 a 1 para que la ilusión no se detenga en la cuarta fecha.
Más allá del buen planteo del rival, fue San Martín el que se complicó. Sobre todo en los primeros minutos del juego, donde no hubo ninguna cabeza pensante que hiciera jugar a los demás. Los defensores ganaban y perdían, los volantes corrían para todos lados sin sentido y los delanteros batallaban arriba, pero con cero peligro.
Entonces, el Celeste marplatense se animó. Aprovechó que Oviedo iba pero no volvía para hacerle el 2-1 a De Camilo. Entre Miguel Alba y Ezequiel Ceballos complicaron al “Mocho”, que con el correr de los minutos fue ganando en confianza tras la larga inactividad. Fueron ellos dos quienes tuvieron las primeras chances del encuentro: Alba remató cruzado y Ceballos estrelló un tiro libre en el travesaño. Además también tuvo una Martín Seri, que la tiró a las nubes. Todo eso sucedió en los primeros 21 minutos de juego.
¿Y San Martín? Despertó cinco minutos más tarde, con un buen tiro libre de López que pasó cerca. Después Balvorín remató apenas desviado ante la salida de Aldo Suárez e Ibáñez, con el arquero en el camino, la tiró afuera con la zurda, desde 40 metros. Fueron 10 minutos donde San Martín no jugó bien pero sí puso contra las cuerdas a los de “La Feliz”.
El segundo tiempo arrancó muy mal para el Santo. La defensa vio cómo la pelota cruzó todo el área y Facundo Vega, después de ganarle a De Camilo en las alturas, puso el 1 a 0 para la visita. ¡Despierte San Martín!. Y el Santo hizo el intento. Núñez quedó un poco incómodo en posición de gol pero remató al cuerpo del arquero.
Víctor Beraldi no estuvo muy lúcido, pero el “10″ siempre se guarda una. A los 13′, pescó un rebote que él genero sin querer, punteó la pelota y se dejó caer cuando Suárez lo tocó: penal que Gustavo Ibáñez transformó en gol. Penal que le devolvió la ilusión a los hinchas y al equipo. Penal tan necesario como el viaje en avión del que habló López.
Después de que el albirrojo pasó un par de sustos por esos centros llovidos que siempre lo complican volvieron las chances de gol. Primero, Brun la peinó para arriba. Y después llegó el momento de gloria: tras la roja a Vega por una falta a Oviedo, López ejecutó un tiro libre perfecto al “mate” de Mattiuzzo, que le cambió la dirección a la bocha y la mandó a guardar. Golazo para el delirio de la multitud.
Para el final quedó el sufrimiento que caracteriza al hincha Santo. Sufrió porque el equipo no lo supo cerrar. Pero Unión tampoco estuvo muy lúcido para llegar al arco de Hoyos como en el primer tiempo. A los 92, tras una gran jugada de Núñez, Gonzalo Rodríguez tuvo el 3 a 1 pero llegó tan embalado que la tiró a cualquier parte. Ganó San Martín y es lo que importa. Esta vez, fue con el mate de Mattiuzzo.
Video La Gaceta.
Fotos: San Martin Oficial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario